Hoy voy a poner un relato que he escrito en clase.
LA PÉRDIDA
El médico me ha dicho hoy que no me preocupe por la estética. Que la pérdida de un ojo hoy día no supone un gran problema;que hay prótesis oculares muy buenas que dan un resultado muy natural. Sólo si alguien se acerca demasiado se nota que el ojo es artificial.
Luego hablamos de los problemas psicológicos. Me dijo que eso era más complicado de abordar, que tenía que poner mucho de mi parte, sobre todo en mi caso.
Y mi caso no es que sea menos traumático que el de cualquier persona que haya perdido un ojo en un accidente o, por enfermedad, hayan tenido que vaciarlo.
La pérdida de mi ojo es traumática por la manera en que lo he perdido. Y lo he perdido por una paliza que me dio mi marido hace una semana. Vino de la calle y me dijo que le pusiera de comer; así si más, si un hola, o un ¿qué hay? o ¿cómo te ha ido el día?. Yo se lo recriminé. Y él, después de mirarme fijamente durante un rato sin parpadear, y decirme “puta”, cogió una figura de Lladró que había sobre la mesita del salón. Una figura que era una paloma, y que nos había regalado su madre por nuestro décimo aniversario de boda; y empezó a pegarme, y a pegarme, y a pegarme; a pesar de que yo ya estaba en el suelo y le suplicaba que parara, por favor. Pero él no paraba; estaba como loco y no veía que yo sangraba por la cara, o quizás, si lo veía y eso lo enfurecía más, o lo complacía más, no lo sé. Después, cuando ya se había calmado,dejó cuidadosamente la paloma otra vez sobre la mesita y se marchó.
Mi vecina fue la que llamó a la policía cuando yo subí a su casa temblando y con la cara llena de sangre
Por eso ahora, no solo tengo que superar el trauma físico y el psicológico de haber perdido un ojo. Ahora tengo que superar el trauma de haber perdido la confianza en que un hombre, a pesar de haberte amado, a pesar de haberte besado, a pesar de haberte acariciado con sus manos; esas mismas manos hayan sido capaces de haberte hecho esto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario