El zen es la práctica del zazen.
He aquí un poema el que hablo de la transmisión directa del maestro al discípulo.
I SHIN DEN SHIN
( De tu alma a mi alma)
Tus palabras,
como el rayo,
iluminan la oscuridad de mi espíritu.
Tus palabras,
como el agua,
empapan mi espíritu
y penetran
en la raíz profunda de mi ser.
Tus palabras,
como el trueno,
retumban en mis oídos,
estremecen mi cuerpo
y suenan en el todo,
en la nada,
en lo vacío y en lo lleno.
Tus palabras,
que son las tuyas, las mías y las nuestras,
llueven despacio
sobre toda nuestra existencia.
Sevilla, febrero de 1997
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